Ad Barshay.
Nací y me crié en un Kibbutz en la Galilea Occidental, Israel. Siempre atraído por la naturaleza y el crecimiento espiritual. Desde 1999 vivo en España, dedicando mayormente al cultivo ecológico de hortalizas. En 2011 empecé mi camino del Tantra. Los motivos principales han sido falta de disfrute en el sexo y una sensación de llegar siempre al fin de las relaciones de parejas por los mismos motivos: aburrimiento, "el fuego se me apaga”, etc. En el Tantra encontré luz, claridad. Una manera de verme con sinceridad. Desde entonces voy dando pasitos para integrar el amor, la consciencia y el gozo en mi vida. Tengo claro que el Tantra es mi medicina para el cuerpo y el alma y estoy dispuesto a compartirlo.
Patricia Gamboa.
La pareja, desde siempre, ha sido para mí un anhelo gigante. Recuerdo descubrirme en cada momento de cariño y desconsuelo. Se ha convertido en uno de mis principales caminos de crecimiento. Este fue para mi el motivo de adentrarme en el Tantra en el 2011. Explorando lo que me sucede en la intimidad, fui buceando hasta dar con la codependencia, que complementaban muy bien con mis cimientos, el yoga y la meditación. Todo ello, para mi sorpresa, desvío la flecha de mi atención de la pareja y me fui adentrando cada vez más en mí misma. Me dió acceso a escuchar cada vez más clara la verdad de mi cuerpo y a seguir sus susurros. Esto ha sido una fuente increíble de gozo infinito que no ha hecho nada más que comenzar. Mi compañero se ha convertido en un observador hermoso de cómo me despliego a mí misma. Y ver cómo nuestras almas se atreven a investigarse y florecer. Cada día me hace sentir una gratitud más profunda.